Te observo sin ser capaz de mirarte. Tu silencio es tan ruidoso en mis oídos. Y si te escondes, tu sombra me busca. Imagino tu sonrisa y tus ojos contemplando horizontes que existen sólo en tu mente. Me asomo a tu alma, con el respeto de quién contempla una obra de arte. Me es suficiente saber que existes, y gozar de tu presencia discreta, entre la multitud inconsciente de lo inmenso que eres. Estás despierto. Y resplandeces de una belleza invisible a los ojos, pero que ilumina el corazón (E. Bosco)
La Belleza
El prodigio de la belleza, la existencia de la fuerza más allá de la propia fuerza. Lo inexplicable como estandarte de quienes se resisten a la lógica de lo inexorable (Arturo Fuente)®