Para Arturo, el teatro de calle representa la máxima expresión de un arte enfocado a sanar, a regenerar ciertas heridas sociales y personales. Noviembre, de Achero Mañas, es una película que reivindica y refleja a la perfección la forma de hacer y de entender el teatro de Arturo. Un teatro capaz de sacudir la conciencia de las personas, de crear espacios para la reflexión y el debate, un teatro reivindicativo, social, crítico, y transgresor que huye de toda doctrina y convencionalismo reaccionario. El teatro concebido como una poderosa herramienta para el cambio social y personal.
El teatro de calle, a diferencia de otros formatos, permite una interacción directa con el público. Así, por momentos, los espectadores pueden convertirse en protagonistas de la obra. La belleza del teatro de calle reside en la flexibilidad de un espectáculo en el que se recurre a la improvisación, y en el que los participantes o espectadores, nunca antes supieron que lo iban a ser, porque literalmente fueron sorprendidos por el propio espectáuclo en el trayecto a su casa, trabajo, etc. Arturo, ha realizado algunos estudios sobre teatro de calle, siempre dentro de un contexto lúdico, enfocado al autoconocimiento y al desarrollo personal.