Vive insatisfecho consigo mismo, no se ama ni se respeta, es un frustrado, un acusador infatigable, un buscador de culpables, no sabe perdonar ni perdonarse, condena todo lo que no comprende, vive en una incesante huida de sí mismo, no conoce la indulgencia, no se expone, jamás se muestra vulnerable, no llora, apenas ríe, vive bajo una máscara de aparente fortaleza pero está lleno de angustia y miedo, es autoritario con los más débiles pero jamás se confronta con los más fuertes, necesita que le teman para ser reconocido, no acepta la fragilidad, es inflexible, exigente, vive con un profundo sentimiento de soledad, no perdona un error, abusa de forma sistemática de los más débiles, de los indefensos, se impone por la fuerza, no acepta las críticas pero él es el más crítico, es agresivo, intolerante, no soporta perder, se compara siempre, es un ególatra narcisista enamorado de sí mismo, se cree Dios, es un déspota mentiroso, un fracasado que disfruta rompiendo las ilusiones de los otros, un tirano, un sagaz manipulador, un perfeccionista exagerado, un mártir de la exigencia, un sembrador de verdad, y un prepotente abusón (Arturo Fuente) ®
Ostras!!! Qué personager describes, yo conozco personas con ráfagas de esa personalidad pero así todas esas mezquindades concentradas en un ser… No conozco a nadie tan despreciable o lo mismo es que no le he prestado atención, jejejeje
Me gustaMe gusta
Ni espero que las conozcas, pero por desgracia, en este mundo existen personalidades sádicas y protervas. Por suerte, y para tu tranquilidad, también existe la polaridad opuesta que, de alguna manera, equilibra la presencia de estos súcubos e íncubos. Un besazo Eva! God’s Army!
Me gustaMe gusta