Cuestiona el mundo con sus verdades y sus mentiras. Descubre el significado profundo de las cosas. No te fíes de las apariencias. A veces en la elegancia se esconde la más sucia de las mentiras, y lo ordinario está lleno de certezas. Permítete estar equivocado. Duda de todas tus creencias, de todo lo aprendido. Contempla la posibilidad de que exista otra manera de mirar el mundo. No condenes lo que no comprendes. Deshazte de lo que ya no te sirve o molesta. Trasciende la dualidad de lo correcto e incorrecto, bueno o malo. No seas lo que otros quisieron que fueras. No sigas ningún dogma. Cesa de definirte y definir el mundo (Arturo Fuente) ©
Jóvenes Rebeldes
El sonido del mar era mi canción favorita para esperarte. Llegabas ajena al tumulto de aquellos jóvenes rebeldes que, como yo, se atrevían a renunciar al futuro. Vivíamos sin miedo, como inmortales capaces de ganar al tiempo en una carrera. Recuerdo aquellas tardes cálidas de verano, en las que aparecías alegre por la playa con tu amiga. Yo me quedaba embelesado mirándote, estigmatizado por la huella imborrable que dejaba tu sonrisa, e inmerso en un remolino de sueños y deseos. Me encantaba observar la danza de tus pasos y el movimiento de tu pelo. Deseaba alcanzarte, pero eras inalcanzable. Aquellos veranos, sin ti, nunca habrían sido iguales (Arturo Fuente) ®