Dios es del Real Madrid
El prodigio de la belleza, la existencia de la fuerza más allá de la propia fuerza. Lo inexplicable como estandarte de quienes se resisten a la lógica de lo inexorable. Dicen que el alma humana pesa veintiún gramos. Ayer, el Real Madrid demostró una vez más, que le bastan los veintiún gramos de su alma para, contra todo pronóstico, conquistar la gloria. Una vez más un partido majestuoso del Real Madrid. Un equipo con un corazón que late infinitamente más fuerte que el de todos sus rivales. Ayer, el Real Madrid se volvió a sobreponer a la adversidad, volvió a demostrarle al mundo que todo es posible, que la magia existe, y que el Bernabéu es algo más que un estadio de fútbol (Arturo Fuente) ®
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